Ciencia al por mayor

En el Perú es casi una rutina semanal oír noticias sobre casos de corrupción en algún ministerio, sobre el fraude en la tesis de algún político o de falsificación de documentos de alguna autoridad. Al mismo tiempo, las noticias sobre ciencia en general o sobre científicos peruanos son excepcionalmente raras en los medios. Sin embargo, en las últimas semanas, los reflectores de la prensa se han enfocado en la comunidad científica peruana. Y, lamentablemente, no por las mejores razones, sino por varios escándalos relacionados a malas prácticas en la publicación y filiación de artículos científicos publicados por algunas universidades peruanas. 

¿Qué es un artículo científico? En pocas palabras, es un documento publicado en una revista científica donde se describe la metodología y resultados de una investigación científica. Parte del proceso de publicación requiere que el artículo sea revisado y evaluado por otros 2 o 3 especialistas en el tema antes de ser publicado. Si los resultados del artículo son respaldados por los experimentos y contribuyen a generar nuevo conocimiento el artículo es publicado; de lo contrario, es rechazado con recomendaciones para su mejora. Es un sistema relativamente eficaz, el cual es ampliamente usado en la comunidad científica mundial. Sin embargo, la rigurosidad científica no se mantiene a la hora de comprobar  la autoría de cada investigación, y se basa sobre todo en la buena fe y ética de los autores del artículo. Es decir, las editoriales no tienen mecanismos para verificar y fiscalizar que cada autor del artículo ha estado involucrado en la investigación que lleva su nombre, y ahí radica una debilidad de este sistema. Otra debilidad se refiere a que las editoriales no tienen mecanismos para comprobar la filiación institucional que cada autor indica al momento de entregar el artículo.

Lamentablemente, estas debilidades han sido aprovechadas por científicos peruanos para lucrar con venta de autorías y filiaciones. Varias denuncias hechas inicialmente a través de redes sociales por Cientificos.pe dieron cuenta de casos de investigadores peruanos que presuntamente compraron la autoría en artículos hechos en temas ajenos a su especialidad y en colaboración con universidades de países tan exóticos como Nepal, Irak o Arabia Saudita. Estas denuncias además mostraron evidencia de que existen grupos en WhatsApp donde se ofertan sin ningún reparo la venta de autorías en artículos donde el investigador puede comprar no solo la autoría de un artículo sin desarrollar ninguna investigación, sino también la posición en la cual desea aparecer en la lista de autores. Estas denuncias han sido recogidas por un programa dominical con reportajes que demuestran que un número no menor de investigadores peruanos han usado esta metodología de compra de artículos para inflar sus CVs.

De la misma manera, han surgido denuncias sobre el uso irregular de filiaciones institucionales en artículos publicados. Al momento de publicar un artículo, cada autor indica las instituciones a la que pertenece. No existe una regla escrita sobre la filiación: esto se basa una vez más en la ética y buena fe de los autores, pero es una regla no escrita en la comunidad científica que la institución usada como filiación por cada autor en el artículo estuvo involucrada en la investigación de alguna manera, como el uso de laboratorios, financiamiento de la investigación, o uso de equipos. Esto es una forma de darle crédito a cada institución involucrada en la investigación, lo cual es importante a la hora de citar el artículo por la prensa u otros colegas. Sin embargo, algunas universidades peruanas tienen «interpretaciones auténticas» sobre filiación. En las redes sociales se ha mostrado evidencia de artículos publicados donde investigadores peruanos y/o extranjeros listan como filiación algunas universidades de Lima, a pesar que la investigación se realizó enteramente en el extranjero sin ninguna participación directa de estudiantes, laboratorios, instalaciones de la institución peruana. Ante las denuncias, algunos investigadores pertenecientes a dichas universidades han ensayado justificaciones sobre estas filiaciones irregulares: a pesar que la universidad peruana no participó con estudiantes, laboratorios, equipos, o instalaciones, si merece crédito pues la única persona de la universidad que participó de la universidad es «jefe de prácticas en nuestra institución», «tiene tesistas», «hemos corregido el estilo» del artículo o «pagado parte de las tasas de publicación» del artículo. Este accionar no es ilegal, pero no cumple con la ética científica. Estas contribuciones son secundarias y accesorias, por lo que la comunidad científica las coloca en la sección de agradecimientos pues no justifican recibir ningún crédito por la investigación a través de la filiación del autor.

Estas malas prácticas de publicaciones científicas son relativamente nuevas en Perú (o recién se han detectado). Sin embargo, el fraude en publicaciones científicas es un problema creciente en el mundo, incluso en países del primer mundo. La revista Nature mostró que aproximadamente el 2% de todos los artículos publicados, sobre todo en biomedicina, contienen data fabricada, venta de autorías, o filiaciones fantasma. Asimismo, recientemente El País de España ha mostrado una complicidad entre investigadores españoles y árabes para influenciar números de artículos y ranking de universidades a través de filiaciones fantasma, como las descritas en el párrafo anterior. Incluso rankings recientes han excluido a 1000 investigadores (30% de Arabia Saudita) por fraude científico.

En este escenario, uno se pregunta qué ganan aquellos investigadores y universidades que compran autorías y promueven filiaciones fantasma. Dos beneficios: i) el investigador obtiene un bono económico por cada artículo publicado a nombre de la universidad, y ii) la universidad infla de manera artificial el número de artículos publicados, lo que le permite subir en los rankings de producción científica, y catalogarse como una universidad que investiga. Este fenómeno de fraudes científicos y filiaciones fantasma es mundial, pero en Perú se ha acentuado significativamente en los últimos años. ¿Por qué? La razón de este «boom científico» es porque el CONCYTEC en los últimos años ha implantado un sistema que premia el número de publicaciones y no la calidad. Mientras más artículos publicados tiene un investigador, este puede subir en el ranking RENACYT del CONCYTEC y recibir a cambio más beneficios económicos y académicos. No importa si el artículo es publicado en la revista más prestigiosa del mundo, o en alguna revista peruana de bajo impacto: ambos son equivalentes para el conteo. Yo fui testigo de este pésimo mecanismo recientemente: el CONCYTEC me contactó para ser revisor de un fondo concursable para ellos, el cual acepté con gusto. Sin embargo, al día siguiente me comunicaron que mi invitación fue cancelada pues no tenía por lo menos 10 artículos publicados. Poco les importó que les explique que mis investigaciones eran publicadas en las revistas más prestigiosas y competitivas de ciencias biológicas (como Cell o Nature), y que por ende cada investigación demora 3-4 años en llevarse a cabo, o que soy revisor usual de revistas científicas de alto impacto de USA y UK, o un especialista reconocido en el mundo en mi campo. Si no tenia 10 artículos no podía ser revisor para CONCYTEC. Mientras universidades como Rockefeller, Berkeley, Stanford, etc,  reconocen mi trabajo y trayectoria, para CONCYTEC no soy lo suficientemente bueno. Un ejemplo del mágico realismo del que hablaba Gabriel García Marquez.

En Perú y otros países con bajo desarrollo científico la cantidad vale más que la calidad. Es fácil subir en los rankings apropiándose de estudios hechos en otros países, reclutando extranjeros que publican un paper por semana con cero participación de su universidad, o pagando por autoría. Y lamentablemente este es un sistema promovido por el mismo ente promotor de la ciencia en el Perú, que prima cantidad sobre calidad. Ante estas denuncias, el CONCYTEC ha emitido un tibio comunicado que evaluará mecanismos para evitar y sancionar la compra de artículos. Aún no se pronuncia sobre las filiaciones fantasma. Asimismo, en el congreso se están evaluando algunas propuestas de ley que van en la misma línea. Estos esfuerzos serán tan solo un paliativo si es que no se ataca la raíz y motivación de todo este fraude: el actual sistema de CONCYTEC y RENACYT. No me queda duda de que los casos de filiaciones fantasma y de compra de autorías van a continuar si es que CONCYTEC persiste en premiar la cantidad y no la calidad.


Piere Rodríguez-Aliaga

Biofísico e investigador posdoctoral en la Universidad de Stanford

piererod@stanford.edu

Blog de WordPress.com.